Problemas musco-esqueléticos asociados al trabajo de oficina
Se dan especialmente en las tareas informáticas y se deben mayoritariamente a dos factores: una movilidad restringida y las malas posturas.
La movilidad restringida supone un trabajo sedentario.
La incorrecta posición de la cabeza y cuello, la forma de sentarse y la posición de brazos y muñecas al teclear pueden generar pequeñas contracciones musculares, poco dolorosas pero suficientes para provocar fatiga y tensiones musculares.
El entorno de trabajo
Un entorno de trabajo con un espacio insuficiente favorece las posturas estáticas o forzadas. En los trabajos estáticos debe facilitarse el movimiento con holgura del trabajador, facilitando su movilidad y cambio de posturas.
La silla de trabajo debe ser perfectamente regulable y adaptable a cada trabajador. Un reposabrazos puede ayudar a aliviar la tensión muscular de los hombros.
La mesa de trabajo es un elemento tan o más importante que la silla. Las dimensiones del tablero de la mesa son proporcionables a una perfecta distribución de las herramientas de trabajo. El espacio libre por debajo de la mesa ha favorecer la movilidad del trabajador. Sus acabados han de considerarse en materia de seguridad (esquinas redondeadas, correcta distribución de los cables). Existen complementos que mejoran la ergonomía de la mesa como los reposapiés, soportes para el monitor del ordenador, etc.
El ordenador debe estar correctamente colocado. Deben evitarse las siguientes situaciones: situar el ordenador a un lado (produciéndose así torsiones de espalda y cuello), situar el monitor cerca de los ojos y no disponer de suficiente espacio para apoyar las muñecas y antebrazos al usar el teclado y el ratón.
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